Al abordar un crimen, la única solución del investigador es hacer que las pistas hablen. No existe el crimen perfecto. Agresión, secuestro, asesinato... el culpable siempre deja huellas a sus espaldas.
Dominique Aubry, una rica viuda de 58 años, aparece ahorcada en su barcaza en Neuilly.
T1E8 52 min