Al abordar un crimen, la única solución del investigador es hacer que las pistas hablen. No existe el crimen perfecto. Agresión, secuestro, asesinato... el culpable siempre deja huellas a sus espaldas.
Willy Pomonti, un arquitecto jubilado, es encontrado salvajemente asesinado en su opulenta villa de La Celle-Saint-Cloud, cerca de París.
T3E5 53 min