La intriga, el despecho y la venganza hacen de Julieta y Guillermo sus presas porque este es un mundo donde nada ni nadie es lo que aparenta, un mundo donde cuando de amor se trata, el corazón no puede más que creer y confiar.
Julieta habla finalmente con su padre mientras permanece en el hospital. Victorio le pide que lo lleve a la Junta, pero Julieta no quiere exponerlo. Un noticiero transmite desde fuera del consorcio para esperar el nombramiento del nuevo director. Lázaro visita a Juan Diego para darle un regalo inesperado.
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